Uno de los retos de ESI es diseñar sistemas de silo que puedan funcionar y mantenerse en condiciones duras. Un ejemplo destacado de ello es el sistema Eurosilo que se suministró a K+S KALI GmbH en su planta de Sigmundshall, situada en Wunstorf (Alemania). Teniendo en cuenta que la sal se extrae bajo tierra, la temperatura de la sal almacenada en el silo puede alcanzar hasta 50 grados centígrados.